piropo de la sangre y paso (revivime)


la noche en la que supe del escape de lo de adentro

te rodeaba un vapor rojo

rojo rojo

no era muerte, no digas que

¡los ojos que te miré brillaban tanto!

creí que el vapor era magia

que esos ojos eran magia

que mis piernas eran magia

pero

siempre pero

la noche en la que supe del escape de lo de adentro

el calor se fue en tres gemidos

y el vapor se volvió líquido

espeso, bellísimo y rojo

rojo rojo

ni una gota se adhirió a mi cuerpo

y viéndote desde arriba

tan muñeco desinflado

no pude ver a dónde iban

pero

siempre pero

no era muerte, no digas que

¡los ojos que te miré brillaban tanto!

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