pobre partecabezas del hermanastro de Vaquillona

nosotros
-que somos el sobre desdichado en el que entran las noches más grises
cuando el amanecer es un hecho-
ya no miramos el suelo
ya no dejamos de tropezarnos

este barro en el que nadamos
fue amasado por nuestros brazos,
fue armado con las lágrimas más cocodrilas y más nuestras
y más amargas
y más mojadas
y ay ay ay

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